La primera
vez que escuche la frase “la familia no se escoge” entendí su significado pero como
crecí hijo único quizás no lo entendí profundamente. Sin embargo, al pasar los años
me di cuenta que mi familia crecía, fui añadiendo personas que hoy en día son
mis hermanos y hermanas.
Desde el
momento en que Teacher Shirley Tomas me sentó al lado de Andrés Espinal y al
lado de Alejandro de los Santos mi mundo cambio. Fue un efecto dominó,
ondulaciones en el lago de mi vida… No voy a enumerar todas las personas que
son ahora mis hermanos o hermanas – ellos saben quienes son.
Hoy, me enfoco en ti Manu.
Manuel era
un tipo complicado, vamos a salir de esa de una vez. El diría, “Yo no soy el
complicado! Ustedes son los complicados, yo estoy bien.” Manuel y yo, y siempre
lo dijimos, nos detestamos el primer día que nos conocimos – fue un choque de
personalidades increíblemente parecidas. Sin embargo, fue una avalancha de
eventos del 2002 para acá que causó una amistad, hermandad irrompible,
incondicional.
Manu es mi
hermano.
Manu, Eleri
y yo creamos Unionmente y nos llamábamos Fuser mutuamente después de ver
Diarios de Motocicleta una noche.
Manu y yo
siempre terminábamos en la misma habitación durante todos esos Unionmente.
Manu y yo
nos volvimos los comentaristas de los angelitos de LoTigre.
Manu y yo
hicimos fiestas en La Boucherie.
Manu y yo
fuimos a conciertos SOLOS.
Manu y yo
hablamos todos los días de 7:15-7:30am en el 2009 camino al trabajo – a veces
solamente para saludarnos y trancar.
Manu fue
groomsman de mi boda y diseñó los trajes de todos LoTigre.
A Manu era
el único, aparte de mi padre, que le confiaba mis miedos y preocupaciones.
A Lety y Manu
fueron que llamé cuando Mami murió.
En Manu fue
el primero que pensamos para ser padrino de una de las mellizas.
En Manu y
Li fueron en los primeros que pensamos para fotografiar nuestra familia en
espera de Valeria y Vera.
Es que Manu
era parte de mi y mi familia. Manu era al que llamábamos cuando teníamos un
chiste malo – se quedaba en silencio después que Lety o yo le dijéramos, entre
carcajadas, el chiste y siempre nos devolvía con un “Bueno, emmm, no sé qué decirles, están aburridos? ¿Hay pocas cosas que
hacer en Punta Cana?” o algo en esas líneas.
Manu era al
que más disfrutaba hacer reír y, entre lágrimas de risa, siempre me mandaba a
beber yogurt para que madurara.
Y ahora no
esta, se fue mi Manu.
Tu sabes
men, en tu funeraria tu papa, tu hermano y tu hermana me abrazaban y se
preocupaban por mi; me decían, “Ay se fue tu hermanito, se fue tu amigo.” Ellos
se preocupaban por mí! Estoy en autopiloto todavía viejo, yo lo sé, no soy
bruto – todavía no me “ha dao’ el palo.” Te fuiste y no podremos ser los viejos
peleones y tercos que siempre dijimos que íbamos a ser. Te fuiste y Vera no
pudo conocer a su padrino – conocer sus necedades y quererlo de cualquier
forma.
Te
extrañaré cada vez que pise la capital. Te extrañaré cada vez que vea un
ridículo usando una bufanda sin hacer frio. Te extrañaré cada vez que escuche
The Cure o AC/DC o Metallica o Mahler. Te extrañaré cada vez que maneje por
aquel tramo de Juan Dolio del cual escribí en el blog hace varios años. Te
extrañaré cada diciembre más que cualquier otro momento del año – nuestro mes
de música, tragos y juntaderas.
Te extrañaré tanto.
I love you my friend,
always will.
Espérame con un viaje de alitas, par de Long Islands – no quiero cava, deja de forzarme a beber cava - y un playlist nuevo.
Busca a Mami para que vean a Vera juntos.